martes, 31 de julio de 2012

Día 2: Expandiendo fronteras.

Hoy he estado en el infierno. Downtown, Colombus Circle, 59 W. ¡QUÉ CALOR HACE EN EL METRO! Dicen que New York es una ciudad de contrastes, pero nunca pensé que iban a ser de 20 grados de diferencia. 40ºC en la estación del metro, 20ºC dentro del mismo.Es cierto eso de que es como una serpiente de metal gigante, ¡Y TAN GRANDE! Total, que pasada la 42 nos bajamos en la 34. Comienza nuestra odisea particular. ¿Dónde está la academia? Verás tú tío, que no vamos a llegar a tiempo para la prueba de nivel... 36 arriba, 36 abajo hasta que vimos (al pasar por segunda vez) un local con un gran cartel que rezaba algo tal que así: LEARN ENGLISH. ¿Más obvio? Impossible. Por si hubiese lugar a dudas, pregunté a un señor que había en la puerta: ¿Are you the American Language Comunication Center? Yes sir, third floor. Pues dicho y hecho, a subir hasta la tercera planta. Ya una vez allí, encontramos una simpática recepcionista que por cierto, ¿a que no adivináis que idioma hablaba? Sí, español. Nos toman los datos, nos mandan a sentarnos en una ristra de sillones que eso parecía el metro, y entonces conocemos a otros chicos españoles. Todos de beca mec. ¡Qué bueno es nuestro ministerio de educación! (comparando con otros, claro). En fin, después de presentarnos entre nosotros, nos llamó a entrar Minus Lee, sí, una china. Nos entrevistó rápidamente, y nos mandó a esperar de nuevo para una un level testing. ¿Quién nos hizo el test? Un latino. ¿HAY ALGÚN FUCKING NATIVO EN ESTE SITIO? Por suerte sí. Las clases guay. Nada más empezar, nos encontramos con que hemos de debatir sobre delitos. De ser en español, estaría un paso por delante de los demás, pero teniendo en cuenta que el inglés no es mi idioma nativo y que era el primer día me mantuve un poco al acecho. What do you think that are serious crimes? Aborto, oigo por ahí. No podíamos empezar peor. Ahora encima, política. Hasta la profesora, media hora más tarde llamó a la calma pidiendo que hablásemos de un tema menos comprometido. Segunda clase. Guay, muy participativa. Hay un cartel en clase en el que explican que el 80% de la clase, es cosa tuya, hablas tú, y el 20% se lo dejamos para el profesor. Estoy decidido, algún día la educación en España será right there. Va, son las una, y hemos salido de clase. Venimos a la resi, soltamos los libros y nos vamos andando por la séptima avenida, Broadway, para que nos entendamos. De esto que tiras una aguja y se pinchan ocho, pues así estaba y eso que eran las una del medio día, ¿aquí la gente no come o qué? ¡Ala! ¡UNA PANTALLA GIGANTE! Acto seguido vino el típico movimiento de manos para vernos. Qué ruina, todo el mundo moviendo las manos, llegando bien arriba, moviendo la cintura... en fin, que me desvío del tema. Gracias a un señor que iba de amarillo, conseguimos vernos. Estuvo guay. Había hambre, la noche anterior entre el Jet lag y las 135135351 comidas en el avión no cenamos y para el desayuno no hubo tiempo luego estabamos por darle un bocado a un trozo de acera, cuando de repente nos dimos de bruces con el primer McDonal's de la historia, el primero, el de los TRES ARCOS, como diría el Barón (esto es un chiste interno de juristas, no os sintáis mal). Genial, majestuoso, como todo aquí. Tengo que decir que la carne está más buena y que había más gente trabajando que en Humilladero pidiendo una quincena. Estómago lleno y satisfechas nuestras necesidades como internautas en rehabilitación, reemprendimos la marcha. ¿Que estamos en la séptima? No problem, vayamos a la quinta. Primera parada: NBA STORE. Una tienda a lo grande, como todo aquí, y como su propias siglas indican (Negros Bastante Altos), estaba llena de ellos. Las camisetas carísimas, eso sí, con la de tela que tienen al menos es un precio justo. Con las manos vacías y los bolsillos llenos salimos. No penséis mal, no, no pienso robar en un lugar donde matan a gente en una silla, con lo poco que me gusta estar sentado a mi. Vuelta a caminar, llegamos a la Catedral de San Patricio (El Patriks pa' los colegas). Preciosa. Nunca había visto nada igual. ¿El problema que había? Que estaban de reformas, todo lleno de andamios, como el jodido Partenón. Todo estaba lleno de velas e hispanohablantes. Una vez de vuelta en la quinta, fuimos a investigar cuanto costaba ir al Rockefeller Center, to the top, of course. 25 $, quizá tengan descuentos para estudiantes, o eso nos dijo el de seguridad. Estuvimos en la tienda de lego, que era como una ferretería cruzada con disneylandia. Muy chula. La tienda de la NBC también recibió una visita. Tiendas y más tiendas, dinero y más dinero. La Hollister de aquí, una pasada. Seguimos bajando y llegamos a la Apple Store. Algún tweet cayó desde allí en un Ipad. Tienen su gracia esos aparatejos pero no me compraría uno a no ser que me toque la lotería, es una tontería cara, y encima le falta un trozo a la manzana. Estoy hecho un poeta, leed eso otra vez, rima y todo. Paseo por Central Park y para la resi. Un poco de desodorante, algo de refrigerios y a coger el metro. Nos vamos para South Ferry, rumbo Staten Island. Como podéis imaginar, ferry es ferry e island es isla, vamos, que fue un viaje en barco de noche. Menudas vistas, es JODIDAMENTE IMPRESIONANTE. Tengo algunas fotos por ahí, ya las subiré tranquilamente a Flickr y Juanes se encargará de las del blog. De vuelta a Manhattan, un par de trozos de pizza por 1$ cada uno y a dormir a pierna suelta, que son las una y a las 7:45 suena You give love a bad name. Como despedida, os dejaré un dato curioso: aquí no hay contenedores, la gente deja la basura en la calle y el camión la recoge por la mañana, digo yo. Menos mal que a Vicente lo ascendieron y no vive aquí, sino, menudo trabajo de mierda tendría.

domingo, 29 de julio de 2012

Día 1: Toma de contacto.

  Tras cuatro escasas horas de sueño, ocho horas y media de viaje, tres comidas insulsas by plane, un cacheo después, una maleta extraviada y un interrogatorio intensivo, estamos en New York. 

  Salimos a las 10:15 hora española, y dos horas después (eso sí, hora newyorkina) llegamos a nuestro destino. El vuelo estuvo bien, muy largo, pero entretenido. Entre charlas, chess, HIMYM & TBBT en versión orginial, y películas en español LATINO (con la agradable música de los motores de fondo) hemos pisado EE.UU. La primera impresión es que los estadounidenses son personas cautelosas y sobrias, ¡ah! Y NEGROS, TODOS NEGROS. Las estadounidenses, las que no son NEGRAS, son unas rubias de órdago, que poco tienen que envidiar a las suecas. A la mínima noticia de mujeres feas, tendrá lugar la notificación correspondiente.
 Y por si no tuviésemos suficiente con el latino de las películas, el taxista que nos ha traido a la residencia era un tipo llamado Simon peinado a lo Pauly D . Conducen despacio, pero eso sí, como locos. No, yo tampoco lo entiendo. 
- MIRA EL EMPIRE STATE BUILDING; - ¿ALA, PERO SI ESO ES ROCKEFELLER CENTER! y entre grito y grito, tortícolis. Qué altos que son los edificios. El nuestro es de los bajos, y estamos en la planta nº... premio para el que lo descubra. Sí, en la planta del número que me sigue allá donde vaya. Desde el inicio ha sido un constante, pero ya os informaré más detalladamente en el futuro.

-Broadway-
 Nada más llegar nos hemos alojado, en una habitación que es mejor de lo que esperabamos, pero no deja de ser una especie de despensa grandota. Los baños son compartidos, pero semiprivados (una pena, yo esepraba algo a lo College Rules) y lo cierto es que están muy limpios. Tras esta breve parada en la residencia, hemos cogido calle abajo, pasando por Central Park y Colombus Circle hasta cruzar de punta a punta Broadway. Mención especial merecen los 4552421653153 semáforos que hay en la 7ª ¡Qué le vamos a hacer, somos de pueblo! (apunta siempre presto Juan Enrique). Miles de carteles luminosos, de anuncios, de puestos de perritos y de lacitos estilo Marge, publicidad por doquier, y mira por donde, solo nos paran los de las casas de citas; resultado: tengo dos tarjetas invitándonos a pasar una noche en una sala de variedades. Y justo cuando la íbamos a canjear, alguien abrió el grifo. Desde la 36 hasta la 63 lloviendo. Mojados cual tronista de MHYV. Pero lo que es llover. Hechos una sopa, hemos llegado a la residencia donde unos chicos llevaban lo que parecía ser un gran pastel. ¡Sorpresa! Era coliflor y verduras varias, para que luego digan que aquí solo se comen hamburguesas.
 Acto seguido nos cambiamos, primero uno y después otro (la habitación, que diga, la despensa que es de pin y pon. Primero entra pin y luego pon). Encendimos el aire, y nos vinieron a saludar unas simpáticas polillas que habían decidido ir a pasar sus últimos días por esas tierras inhóspitas que son las rendijas del ventilador. Ya llenos de polvo de hada, hemos sacado las cosas de la maleta, las hemos organizado y hemos venido a hacer algo en internet de vida social en el hall. Hemos conocido a una chica simpática que nos ha indicado como ir hasta la escuela y aquí estamos,que son las seis y media y no sabemos si cenar, salir o acostarnos. MALDITO JET LAG.

Sea como fuere, me quedo con la cita de un neoyorkino nada más llegar: "This is America, you can do everything you want".